Sus maravillosos padres, nos hicieron partícipes de la tradición que hay en su país cuando se visita a un bebé. Es una especie de dulce hecho en base a una rebanada de pan con mantequilla cubierta de perlas de azúcar, en este caso, de color rosa y blanco.
Los papás de Tessa son esas personas que se entregan al mundo a cambio de nada. Símplemente, maravillosos.